Seguro que tienes grabada en tu memoria la imagen de un familiar en la cocina de casa preparando una rica achicoria. ¡Qué bonitos recuerdos! Han pasado muchos años ya, pero da igual, seguimos disfrutando del placer de degustar una exquisita taza de achicoria.
Su origen y renacimiento
La achicoria comienza su comercialización en los primeros años del siglo XX y es un producto 100% vegetal, sin excitantes, aditivos ni conservantes y con un alto contenido en fibra. Curiosamente fue utilizada por los egipcios con fines medicinales, hasta que, en el siglo XIX, se incorporó como producto alimentario para preparar infusiones. Su inicio se originó en Francia y pronto se extendió por Europa. Hoy en día vive una nueva juventud y es alabada por los amantes de la comida sana y de los productos prebióticos y macrobióticos y en general, por todas las personas que desean llevar un estilo de vida más saludable. En este sentido, encaja a la perfección en nuestro modo de vida actual, en el que buscamos alimentos y bebidas sanas y naturales, pero con el sabor de siempre.
Inconfundible aroma y sabor, como el de antes
En el mercado hay diferentes tipos de achicoria, pero una que no pasa de moda es la achicoria tostada. Aporta al café más aroma, color y sabor, que -te teletransportan al inconfundible aroma de aquella cocina-; y su consumo ayuda a mejorar la digestión y el tránsito intestinal, entre sus múltiples beneficios.
¿Sabes cómo tomarla? Se puede tomar sola o mezclada con café. ¡Para gustos, los colores! Aunque generalmente se toma mezclada con café en una proporción de 1 cucharada de achicoria por cada 3 de café. Y, ¿cómo se prepara? Es muy fácil y cómodo: Se puede preparar en cafetera exprés, eléctrica o italiana.
Hoy en día, y a pesar de los años que han pasado desde que se empezó a consumir la achicoria tostada, mantiene la misma esencia en su sabor y múltiples propiedades beneficiosas, que hacen que te apetezca tomarla a cualquier hora del día, ya que no lleva cafeína.
Y es que es tan apetecible, que cuando la pruebas, comprendes por qué no entiende de modas.
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