Momentos

¿Qué puedo hacer para dormir mejor por las noches?

Los problemas relacionados con el sueño son cada vez más comunes entre la población, no en vano el ajetreado estilo de vida que nos impone la sociedad actual incide en la calidad de nuestro descanso. A menudo nos resulta difícil desconectar de nuestras preocupaciones al irnos a acostar y nos llevamos los problemas a la cama. Además, es posible que nuestros hábitos no sean los más adecuados para favorecer el sueño.

Existen varias medidas que podemos tomar para intentar llegar más relajados a la cama y al momento de irnos a dormir, entre ellas está la de reducir o prescindir de los excitantes. En este asunto contamos con una aliada: la achicoria, ya que se trata de una bebida sin cafeína, ni otro tipo de excitantes, que no altera nuestro estado nervioso ni afecta al sueño, y que por tanto podemos tomarla por la noche con total tranquilidad. Su rico sabor amargo parecido al del café la hace muy agradable al paladar y la convierte en una gran alternativa para degustar una bebida saludable antes de ir a la cama.

Pero hay otra serie de hábitos que podemos adoptar para mejorar nuestro descanso. Vamos a repasar algunos de ellos:

Respetar los horarios de sueño. Es fundamental que acostumbremos a nuestro organismo a una rutina y unos horarios. Acostarnos y levantarnos siempre a la misma hora nos ayudará a conciliar mejor el sueño.

Propiciar un entorno relajante. Es recomendable que el cuarto en el que durmamos tenga la temperatura adecuada (ni frío, ni calor), que no le lleguen ruidos y que su iluminación sea la correcta para favorecer la relajación. Si estas condiciones no se cumplen, podemos emplear trucos para logar descansar mejor, como ponernos tapones para los oídos, utilizar cortinas gruesas y opacas para las ventanas, … ¡Ah! y ten mucho cuidado con la tele y el móvil. La luz que emiten puede ser perjudicial para conseguir relajarse y dormir, por lo que es recomendable prescindir de su uso en la cama.

Mantener una nutrición adecuada. Es mejor que no te vayas a la cama ni con hambre, ni sintiéndote lleno. Evita comidas pesadas difíciles de digerir en la cena. También deberías prescindir de bebidas excitantes, como el alcohol y de todas aquellas que contengan cafeína o teína. En cambio, otras bebidas como la achicoria pueden ayudarte a dormir mejor. La nicotina tampoco es muy recomendable por sus efectos estimulantes, así que, si eres fumador, plantéate dejarlo, dormir mejor puede ser una gran motivación.

-No intentar recuperar sueño durante el día. La siesta es a veces una tentación demasiado grande para no caer en ella, pero las siestas largas pueden interferir en el sueño nocturno. Como mucho, que sean de 30 minutos, y nunca a partir de media tarde, ya que puede provocar que entremos en un círculo vicioso en el que dividamos nuestras horas de sueño en dos períodos.

-Realizar actividad física moderada. No hace falta que te mates en el gimnasio, pero el ejercicio regular puede ayudarnos a dormir mejor. Eso sí, si practicas deporte o haces ejercicio, que no sea cerca de la hora de acostarte o podría dificultarte coger el sueño.

Procurar no llevarse los problemas del día a la cama. Para ello, puedes probar actividades relajantes como el yoga o simplemente mentalízate para desconectar una hora antes de irte a la cama, seguro que te ayudará a dormir mejor.

No dar vueltas y más vueltas. A todos nos ha pasado alguna vez, estás en la cama y el sueño no llega. Das vueltas y más vueltas, cambias de postura, cuantas ovejitas… ¡y nada! Lo mejor en estos casos es levantarse de la cama y hacer alguna actividad relajante (leer, escuchar música suave…; algo que despeje nuestra mente, pero sin espabilarnos, que nos ayude a relajarnos y no pensar). Cuando nos sintamos más tranquilos y cansados, volveremos a la cama de nuevo y podremos conciliar el sueño más fácilmente.

Si pones en marcha estos consejos, en poco tiempo notarás la diferencia y tu descanso mejorará. Y ya sabemos todos lo importante que es para nuestro organismo, dormir bien y descansar debidamente. Y ten en cuenta esta cita: “Cuando no puedas dormir, recuerda que siempre podrás contar conmigo”. La Achicoria. 😉